Chile y Argelia: Una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo. (Artículo completo en 4 partes). Por Esteban Silva Cuadra

Chile y Argelia: Una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo.
Por Esteban Silva Cuadra*.

Introducción
Al conmemorarse el 66 aniversario del lanzamiento e inicio de la revolución argelina el 1 de noviembre de 1954, presentamos la primera parte de un artículo estructurado en cuatro secciones sobre las relaciones entre Chile y Argelia, para analizar los profundos vínculos construidos entre dos pueblos, al calor de la solidaridad con la lucha por la independencia de Argelia y que se fueron profundizando desde múltiples y significativas acciones de solidaridad, apoyo mutuo y cooperación, las que marcaron y proyectan las relaciones entre ambos pueblos, más allá de la distancia geográfica y de nuestras diversidades culturales.

(1 PARTE)
Solidaridad y diplomacia de los pueblos por la independencia argelina

Llamado del FLN a la insurrección argelina del 1 de noviembre de 1954.

El primero de noviembre de 1954, el Frente de Liberación Nacional de Argelia (FLN) proclamó el llamado a la insurrección revolucionaria en contra del colonialismo francés. La larga lucha por la independencia argelina experimentaba un salto histórico transformándose en corto tiempo en una feroz, dramática y heroica guerra de liberación de todo un pueblo hasta la conquista de la independencia en 1962. Desde el inicio de la insurrección la causa independentista argelina suscitó creciente y activo apoyo en amplios sectores de la sociedad chilena.

En su proclama al pueblo argelino el FLN estableció los objetivos de la guerra de liberación, señalando que su acción sería dirigida únicamente contra el colonialismo; “el solo enemigo obstinado y ciego que siempre ha rechazado acordar la mínima libertad por medio de la lucha pacífica al pueblo argelino”[i].

Sus objetivos principales serían:

La restauración del Estado Argelino soberano, democrático y social;
El respeto de todas las libertades fundamentales sin distinción de razas y de confesiones religiosas.

En política interna plantea; el replanteamiento de “un movimiento nacional revolucionario como una verdadera vía para el saneamiento de todos los vestigios de la corrupción y del reformismo que son la causa de nuestra regresión actual”. Y el “reencuentro y confluencia de todas las organizaciones y las energías sanas del pueblo argelino para la liquidación del sistema colonial”.

En política exterior impulsa “la necesidad de la internacionalización de la situación y cuestión argelina” [ii].

En Chile amplios sectores solidarizaron con la independencia argelina.
La comunidad árabe organizada en Chile jugó un rol determinante para que la causa anticolonialista e independentista argelina fuese conocida y recibiera un activo apoyo de amplios sectores de la sociedad chilena.

Un destacado rol tuvo el periódico Mundo Árabe sensibilizando a la opinión pública y a los sectores organizados frente a la represión y el genocidio perpetrado por la Francia colonialista en Argelia. Mundo Árabe fue el principal difusor en Chile del combate independentista argelino al que se fueron sumando medios progresistas como la Ultima Hora, El Siglo y El Clarín. La constante información sobre el conflicto argelino y la activa movilización de las organizaciones sociales y políticas solidarias con la autodeterminación argelina fueron muy importantes para contrarrestar el respaldo a la Francia colonialista, predominante en las elites y en los grandes medios de comunicación.[iii]

El Comité chileno Pro-Autodeterminación de Argelia, constituido en 1956 y liderado por el diputado Marco Salum Yazigi [iv] tuvo un rol estratégico en la coordinación y articulación de todos los sectores del pueblo chileno, que fueron sumándose a la solidaridad con la lucha por la autodeterminación argelina conducida por el Frente de Liberación Nacional (en adelante FLN)

Así, los jóvenes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) junto a estudiantes de federaciones universitarias de regiones (Valparaíso, Concepción y Antofagasta) asumieron un papel protagónico en solidaridad y apoyo de las y los patriotas argelinos. Un activo rol protagonizaron también los trabajadores de la Central Única de Trabajadores (CUT) encabezados por su presidente Clotario Blest. Trabajadores y estudiantes -junto a representantes de organizaciones de mujeres, de intelectuales, de artistas, de profesionales, de partidos políticos de izquierda[v] y progresistas y parlamentarios- organizaron a partir de 1957 hasta 1962, permanentes campañas de sensibilización e información, actos masivos de solidaridad, acciones en rechazo a las condenas a combatientes[vi], recolección de ayuda humanitaria para refugiados y desplazados, edición y difusión de boletines y libros en denuncia frente a la práctica sistemática de la tortura[vii], a los bombardeos indiscriminados contra poblaciones civiles, por la libertad a los/las prisioneros políticos y en rechazo a las ejecuciones sumarias y asesinatos perpetradas por la policía y el ejército francés contra los argelinos.

El Comité Pro-autodeterminación de Argelia, la colectividad árabe y los movimientos sociales y populares colaboraron con la organización y agendas en Chile de delegaciones: del Frente de Liberación Nacional FLN, Unión General de Estudiantes Musulmanes Argelinos, Unión de Trabajadores Argelinos, Media Luna Roja Argelina del Gobierno Provisional de la República Argelina (en adelante GPRA).

La convergencia de estos sectores contribuyó a organizar en Chile un vasto y dinámico movimiento solidario con la causa argelina y de denuncia del opresor colonial francés, generando una importante presión hacia el gobierno y el Congreso chileno para que apoyasen al FLN y al GPRA, durante los años de la guerra, y para que inmediatamente conquistada la independencia argelina en 1962, el Estado chileno fuera uno de los primeros en América Latina en reconocer al Estado argelino y establecer relaciones diplomáticas con el gobierno del Presidente Ahmed Ben Bella.

El Comité Pro-Autodeterminación de Argelia
Considerando la estratégica y activa labor del Comité y la participación que en este tuviera Eduardo Salum Yasigy (militante socialista), quien posteriormente fue nombrado por el presidente Salvador Allende embajador de Chile en Argelia -, recogemos en este artículo, sus propias palabras sobre las actuaciones del Comité.

El Comité Pro-Autodeterminación de Argelia surge en el año 1956, a instancias de un grupo de personalidades de la colectividad árabe chilena. Su presidente era el diputado Marco Antonio Salum Yazigi, y entre sus activos miembros estaban: Luis Karque Mukarzel; José Seda; Fernando Musalem; Elías Salum Yazigi; Omar Rumié y un grupo de estudiantes universitarios de la época que efectuaban actos y conferencias en las diversas facultades de la Universidad de Chile.

En lo político, junto con el Comité, el Partido Socialista tomó en sus manos, a través de sus seccionales la difusión de la noble causa independentista argelina. Clodomiro Almeyda, Aniceto Rodríguez y Salomón Corbalán recibieron a las delegaciones argelinas, comprometiendo un apoyo total a la lucha libertaria argelina. Se editaban boletines dando cuenta de la situación de la lucha de liberación en Argelia, con informaciones de las acciones de otros comités a los largo de mundo en apoyo al Frente de Liberación Nacional.

En el año 1960, una delegación oficial del FLN inicia una gira por América Latina con el objeto de obtener apoyo de los gobiernos en las Naciones Unidas, para dar legitimidad
a las estructuras argelinas que operaban en el territorio y en el exterior.

Esta delegación fue encabezada por Ben Youcef Ben Khedda, presidente del gobierno provisional argelino, e integrada, además por ocho miembros.

Desde luego, el Comité fue activo en cuanto a generar los contactos con todos los partidos políticos chilenos, organizando reuniones, entrevistas y conferencias. La mayor de ellas fue en el Instituto Pedagógico, a la cual asistieron unos 2000 estudiantes, o tal vez más. Masiva concentración, que acogió a la delegación, con una demostración extraordinaria y fuerte carga de solidaridad por la lucha emancipadora del Frente argelino.

Paralelamente y después de unos días hace su aparición en Chile, un enviado especial del gobierno francés, André Malraux, cuya visita en América Latina tenía por objeto obtener el apoyo de todos los gobiernos americanos a la causa colonial francesa en el seno de las Naciones Unidas. La conferencia ofrecida por Malraux en el salón de honor de la Casa Central de la Universidad de Chile, estaba colmada de invitados, pero nuestro Comité le preparó una sorpresa. Al grito ¡viva “Argelia libre”! lanzado por el suscrito, los compañeros situados en ambas alas del piso superior lanzaron volantes hacia la platea con llamadas a la independencia de Argelia y además se hizo estallar un inofensivo petardo que provocó el pánico entre las personas asistentes.

¡La conferencia fue anulada!- Y el fracaso del agente francés tuvo repercusiones en todo el mundo, en especial en Francia, a tal extremo que sus visitas a otros países sudamericanos se redujeron a conversaciones a “puertas cerradas”. Todas las radios, periódicos y revistas publicaron nuestra acción. Fue la noticia del momento. Fue una acción clamorosa que selló, con fuerza la solidaridad de los más amplios sectores sociales, políticos, sindicales y estudiantiles chilenos con la lucha anticolonial argelina, cuyo triunfo final e independencia se concretaría en 1962. De los periódicos que apoyaban cotidianamente, con informaciones, comentarios y opiniones sea la causa argelina, sea la lucha del Vietnam, sea la causa palestina, debo destacar al periódico

“la Ultima Hora” y sobre todo al periodista Fernando Murillo Viaña -premio nacional de periodismo, y al periódico “El Siglo” del Partido Comunista, que contribuyó a dar una información de los crímenes franceses[viii].

Activa presencia del FLN y del GRPA en Chile
Iniciada la insurrección argelina la presencia y las giras a Chile y en cono sur, de dirigentes del FLN y el GPRA (constituido en septiembre de 1958) se intensificaron y se hicieron frecuentes.

Transcurridos seis años del inicio de la guerra de liberación nacional argelina, en octubre de 1960, aterrizó en Chile una alta delegación del GPRA en gira política por América Latina y el Caribe. En el aeropuerto de Cerrillos la delegación del GPRA encabezada por su presidente Ben Youcef Ben Khedda, quien además era integrante del Consejo Nacional de la Revolución Argelina, fue recibida por Marco Antonio Salum del Comité pro-Autodeterminación de Argelia y los directivos de las colectividades árabes en Chile. Junto a ellos, se encontraban Clotario Blest, presidente de la Central Única de Trabajadores de Chile (CUT) y Patricio Fernández, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).

La delegación estaba integrada además por Gheniche El Wassani, Abdelkader Boutarane, Nourredine Nacer, Omar Soukal, Mohamed Larbi y Alfred Berenguer[ix]. Berenger, cura católico argelino e independentista, regresaba a Chile con la delegación del GRPA. Meses antes, había estado en Santiago para denunciar la opresión y los crímenes del colonialismo en Argelia.[x]

Luego de su gira por Chile y América Latina, el presidente del GPRA Ben Khedda reflexionando sobre las relaciones de Argelia con América Latina señalaba que “los pueblos latinoamericanos son profundamente anticolonialistas y simpatizan de una manera importante con el pueblo argelino y admiran el heroísmo y la tenacidad de una lucha que se prolonga después de 6 años frente a un imperialismo poderoso”….”para comprender lo que pasa hoy en África y lo que queremos hacer en Argelia debemos comprender lo que pasa en América Latina”.. “Hace ya un siglo y medios estos países han adquirido su independencia y se han desprendido de España. Esta descolonización no fue como todo lo prueba hoy día más que una ilusión. El imperialismo inglés y luego el americano han impuesto o han propiciado la división para consolidar su dominación. Después de 1940 todo el continente lucha por su segunda independencia qué es la verdadera y nos dicen “no caigan en la misma trampa o en el mismo error que nosotros”.[xi]

El objetivo de romper con la dependencia y la subordinación y conquistar también la soberanía económica sobre de nuestros recursos estratégicos y bienes comunes se convertiría en un desafío común que seguiría uniendo en el futuro a los pueblos de Chile y Argelia.

El apoyo de parlamentarios chilenos a la autodeterminación argelina
El 7 de diciembre de 1960, el Comité Pro-Autodeterminación de Argelia enviaba al presidente argelino una carta con una lista de 44 senadores y diputados chilenos que apoyaban la independencia de Argelia, informándole que los parlamentarios habían suscrito una solicitud dirigida al presidente Jorge Alessandri Rodríguez, solicitándole el apoyo y voto de Chile en las Naciones Unidas reconociendo al gobierno provisional de la República de Argelia GPRA. En la comunicación, le informaban también que la Unión de Federaciones de Estudiantes de Chile había suscrito aquella solicitud y trabajaban por el reconocimiento del gobierno argelino.

Luego de más de 6 años de guerra de liberación contra el colonialismo francés la declaración refleja el amplio arco político e ideológico de parlamentarios chilenos y chilenas que apoyaban la causa independentista argelina[xii]. Dos de los firmantes, Eduardo Frei y Salvador Allende, serían posteriormente presidentes de Chile.

La inmediata declaración de Chile en reconocimiento de la independencia de Argelia
El 5 de julio de 1962 Argelia accedió a su independencia, dos días después el gobierno chileno reconocería al Estado argelino independiente y en 1963 nombraría al abogado y académico de la Universidad de Chile, Eugenio Velasco como embajador de Chile en Argel.

El texto del mensaje del presidente de Chile Jorge Alessandri, fechado el 5 de julio de 1962, señala: “Excelentísimo señor jefe del ejecutivo provisional del Estado argelino. Sírvase vuestra excelencia aceptar el testimonio de mí más íntima complacencia por el trascendental paso dado por Argelia qué, al consagrar su independencia, adquiere la plenitud soberana para buscar los grandes y merecido destinos a que esta llamada en el concierto los países libres del mundo. Reciba por ello mis felicitaciones y los mejores votos del gobierno por la prosperidad de la nación Argelina”.[xiii]

Desde el inicio de la guerra de liberación en 1954, hasta la conquista y la instalación del gobierno independiente de Argelia en 1962, los pueblos de Chile y Argelia construyeron una relación basada en la solidaridad con la lucha independentista argelina, en el rechazo al colonialismo y en la afirmación de una común valoración y defensa del principio de la libre autodeterminación de los pueblos. Esta relación de cooperación y mutuo conocimiento se forjo y se cimentó a través de la solidaridad, gestando así una diplomacia de los pueblos previa al establecimiento de relaciones bilaterales en los estados de Chile y Argelia.

Notas:
[i] Harbi, Mohamed. (2010). Les Archives de la Revolution Algerienne. Editions DAHLAB. Alger. pp. 101 a 103 La traducción es nuestra.
[ii]Ibid., pp. 101 a 103.
[iii] Un ejemplo fue el rechazo frente a la editorial del diario El Mercurio que apoyó al colonialismo francés, lo que fue publicada en Mundo Árabe bajo el título: “Mentiras sobre Argelia en Chile”. Mundo Árabe. Viernes 7 de junio de 1957, Santiago, p.3.
[iv] Marco Antonio Salum Yazigy, chileno de origen sirio. Presidente del Comité Chileno Pro-Autodeterminación de Argelia. Diputado de la República desde 1949 a 1957. Ver: https://www.bcn.cl/historiapolitica/resenas_parlamentarias/wiki/Marco_Antonio_Salum_Yazigi
[v] El socialismo chileno tuvo un decisivo rol en apoyo a la lucha anticolonialista argelina. Este tema se desarrolla especialmente en: https://radio.uchile.cl/2020/08/31/salvador-allende-y-argelia-autodeterminacion-y-soberania-economica/
[vi] Especial importancia tuvo el caso de la lucha en contra de la condena a muerte a dos jóvenes mujeres estudiantes argelinas, por las que organizaciones estudiantiles y de mujeres y el Congreso nacional protestaron exigiendo que se dejara sin efecto estas condenas
[vii] La FECH en conjunto con el Comité Pro Autodeterminación de Argelia presentaron en 1959 el libro “La Gangrena” en la Casa Central de la Universidad de Chile. Libro sobre las torturas practicadas por los agentes de la Francia colonialista en Argelia, el que fue prohibido en Francia y sus autores encarcelados. En: Mundo Árabe, 31 de enero de 1960, p. 90.
[viii] Entrevista Eduardo Salum Yazigy dada a Esteban Silva, octubre de 2020.
[ix] “Pueblo chileno conoció la verdad sobre Argelia”. En Mundo árabe. 31 de octubre de 1960, p.8.
[x] Bérenguer recorrió América Latina denunciando el colonialismo francés, siendo perseguido por las embajadas de Francia y los agentes del servicio de inteligencia exterior. Condenado en ausencia por los tribunales coloniales a 10 años de prisión en febrero de 1959. De paso por Cuba, en octubre de ese año, el gobierno francés le anuló su pasaporte para impedirle viajar a Nueva York para asistir a la sesión especial de la ONU por el derecho a la autodeterminación de Argelia. A pesar de la medida en su contra, Berenguer logró viajar a EE.UU. a México y Centro América, gracias a la solidaridad de la naciente revolución cubana que le otorgó pasaporte cubano y la calidad de corresponsal especial de Prensa Latina. Luego de conquistada la independencia, regresó a Argelia y fue electo diputado en la Asamblea Constituyente. Bérenguer, Abee Alfred. (1966). Un Curé D´Algerie en Amerique Latine. 1959-1960. Editions Nationales Algériennes. SEND. Alger, pp.137 – 152.
[xi] El MOUDJAHID, número 76, del 5 de enero de 1961, Argelia, p.5. La traducción es nuestra.
[xii] Entre los 44 parlamentarios que apoyan la independencia Argelina se encuentran entre otros; los senadores socialistas Salvador Allende, Raúl Ampuero y Aniceto Rodríguez, los Demócrata Cristianos cristianos Tomás Reyes, Tomás Pablo, Rafael Agustín Gumucio, Renán Fuentealba, Pedro Videla y José Musalem, los diputados del partido comunista José Cademartori, José Foncea y Albino Barra y los socialistas Mario Palestro y Ramón Silva Ulloa. El MOHUJADID, número 75, 29 de enero de 1961, Argelia, p.9.
[xiii] “Chile saludó así a Argelia”. Mundo Árabe, 17 de julio de 1962, p. 1, portada. Eduardo Frei y Jorge Lavanderos y los radicales, Humberto Martínez, Carlos Martínez Sotomayor y la diputada Ana Ugalde. También se encontraban los diputados demócratas

(2 PARTE)
Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo

Relaciones Chile-Argelia, de la independencia a los gobiernos de Allende y Boumediéne

Las relaciones entre Chile y Argelia se desarrollaron desde el comienzo de la insurrección argelina a partir de una vinculación entre los movimientos sociales y sociedad civil chilena y el Frente de Liberación Nacional Argelino, a través de contactos y acciones que fueron constituyendo y tomando progresivamente la forma de una diplomacia de los pueblos.

A partir de la formalización del reconocimiento del Estado independiente argelino por parte del gobierno de Jorge Alessandri (1958-1964), se inicia una nueva etapa en las relaciones chileno-argelinas. Pocos meses después del establecimiento de relaciones diplomáticas se instala la embajada de Chile en Argel, la que sería concurrente ante Túnez y Marruecos. En efecto, a pesar que Chile había establecido en 1961, relaciones diplomáticas con Marruecos, el gobierno priorizó las relaciones con Argelia porque por su peso político e influencia en la región era el más relevante de todos los países del Magreb.

Un nuevo marco en las relaciones chilenos argelinas
El establecimiento y desarrollo de las relaciones entre los pueblos y gobiernos de Chile y Argelia, se debe entender en el contexto mundial de la Guerra fría y del proceso de descolonización “tricontinental”. La relación chileno-argelina, en el marco de los importantes procesos de cambios en el orden internacional en el período, estuvo marcada por una concordancia de coincidencias y posiciones comunes en política internacional y de las relaciones exteriores a partir de una común pertenencia a los países en desarrollo y al tercer mundo ([i]) .

El inicio de las relaciones entre Chile y Argelia estuvo influenciado por la valoración que sectores del gobierno y políticos chilenos de la época, tenían respecto de la importancia del proceso de la descolonización y del impacto que ello tenía en el orden mundial. Eugenia Palieraki ([ii]), historiadora, que ha investigado de modo particular las relaciones entre los pueblos y los Estados de Chile y Argelia, señala específicamente: “En el proceso de establecimiento de relaciones diplomáticas entre Chile y Argelia en 1963, las movilizaciones sociales y políticas juegan un papel secundario. En el gobierno del conservador de Jorge Alessandri estas relaciones se crean porque su ministro de relaciones exteriores, Carlos Martínez Sotomayor (integrante del Partido Radical) tenía una visión poco ortodoxa y clásica de las relaciones exteriores. Martínez Sotomayor consideraba que la descolonización era uno de los procesos más importantes del período y deseando desarrollar una política internacional que no fuera sólo pro-Estado Unidos, sino que abriera Chile a otras regiones del mundo y se decidió abrir la embajada en Argelia, que era un país cuyo proceso de descolonización y la guerra de Argelia, fue emblemática y lo sigue siendo hasta el día de hoy”. ([iii])

El surgimiento de nuevos Estados y la independencia de territorios que estaban bajo protectorado, producto de la descolonización y la constitución de un nuevo modelo de relaciones, y en particular, el reconocimiento de Chile a Argelia y el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, marcó el desarrollo de la política internacional chilena particularmente, en el período 1962 a 1973. La profesora Palieraki, lo plantea en los siguientes términos, para del gobierno de Alessandri y sobre todo en el gobierno de Frei (1964-1970), donde se expresará de un modo más claro, establecer relaciones y abrir embajadas en los nuevos países surgidos del proceso de descolonización permite a Chile acercarse a un fenómeno que para éste es claro que va a cambiar totalmente el escenario internacional, perfilando así, la posibilidad de ejercer una política internacional diferente. Esto es especialmente importante para países como Chile, el cual tenía una cierta práctica, tradición y experiencia diplomática de lo que era el escenario internacional, pero como aquella experiencia había pasado fundamentalmente por sus relaciones con Estados Unidos y con Europa Occidental, las descolonizaciones “son como un terremoto”. Es una revolución respecto de la manera como se percibía en la manera en que percibían hasta entonces el escenario internacional ([iv]).

El establecimiento de relaciones y la instalación de embajadas, no sólo permitía acercarse a los procesos de cambio en el escenario internacional, para el Estado chileno, significó también, conocer nuevos Estados, territorios, nuevas realidades, las que eran hasta fecha desconocidas o ignoradas por el estado chileno (pero conocidas desde la sociedad civil) en el escenario de las relaciones internacionales. Incluso las nuevas embajadas van a permitir conocer la realidad social, económica, cultural y política de los estados con los cuales se establecieron relaciones, si no que a partir de ellos conocer y establecer vínculos con otros estados emergentes que permitieron posteriormente establecer nuevas relaciones inter estatales y diplomáticas.

Sobre este aspecto, la investigación desarrollada por la historiadora Palieraki, le permite plantear que: “una de las principales tareas de los primeros embajadores chilenos en Argelia es escribir informes detallados sobre la política de Argelia, sobre los partidos políticos y los acontecimientos argelinos. Es un período para Argelia de grandes cambios políticos no sólo por la independencia, sino por la presidencia de Ben Bella, luego el golpe de estado de Boumediene, o sea, es un período muy movido para Argelia. Pero también es desde Argelia el punto de partida para viajar a otros países del África que les permitió tomar conocimiento sobre el continente africano, sobre otras realidades y de descolonizaciones en marcha y sobre sus líderes políticos. Todo ello para un Estado tan alejado geográficamente como el chileno es inédito” ([v]).

Adicional a lo anterior, para un gobierno de corte conservador como el de Alessandri y en un contexto de Guerra fría, la apertura de la embajada de Chile en Argel, permitía también seguir de cerca la presencia e influencia en el África subsahariana de países como Cuba y Brasil[vi].

La centralidad del Tercer Mundo en la visión argelina
La diplomacia argelina fue precursora y reconocida mundialmente antes de lograr constituir el Estado independiente de Argelia. Las delegaciones del Frente de Liberación Nacional (FLN) y del Gobierno Provisional Argelino (GPRA) fueron muy importantes para conseguir apoyo internacional para la guerra de independencia argelina ([vii]). Obtenida su independencia, el gobierno argelino estructuró su política internacional y de relaciones exteriores basada en la defensa del principio de la libre autodeterminación de los pueblos, del anticolonialismo y el no alineamiento con el objetivo de edificar un nuevo orden internacional.

Estos contenidos tienen tal fuerza e identidad, que su propia concepción de la lucha anticolonialista y de autodeterminación de los pueblos, quedó reflejada en el espíritu y los contenidos de la histórica Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de la ONU, sobre la Declaración de la Concesión de la Independencia a los países y pueblos coloniales del 14 de diciembre 1960 ([viii]).

Los ejes que conformaron la política internacional y las relaciones exteriores de Argelia en tanto Estado independiente, pueden resumirse en su concepción de la soberanía económica y la necesaria reapropiación para el país de los recursos estratégicos naturales y en el impulso de la cooperación sur/sur, para edificar modelos de desarrollo independientes y un nuevo orden económico mundial más justo. Esta política presupone, además, los planteamientos sobre la no injerencia imperialista, colonialista y neocolonialista; la no injerencia en los asuntos internos de los Estados; la solución pacífica de los conflictos y la pertenencia a una comunidad de pueblos y países del Tercer Mundo.

Durante el período de la guerra fría, los Estados que se constituyeron o independizaron a partir del proceso de descolonización, se comienzan a identificar con el tercer mundo como parte de una misma comunidad política imaginaria. Incluso en este período, se plantea la idea de que los países que forman al tercer mundo serían los motores de la revolución en la posguerra ([ix]). Los procesos de cambio ya no vendrían necesariamente de los países capitalistas del norte desarrollado, ni de los países del campo socialista del este, esto es, la revolución ya no va a venir desde de los países denominados desarrollados, sino que de los países periféricos en desarrollo. Desde América Latina y el Caribe la revolución cubana con Fidel Castro, jugó un rol estratégico en la difusión y operatividad de la solidaridad internacionalista y revolucionaria con las luchas de descolonización y liberación de los pueblos al realizar en enero de 1966, la “Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina” conocida como la Tricontinental.

Pueblos unidos para la soberanía económica.
Al asumir como presidente de Chile en 1970, Salvador Allende buscó desarrollar como política de Estado, los lazos previamente construidos con Argelia en torno a los grandes diseños compartidos.

Lo primero que hizo fue designar a un embajador de su confianza, nombrando a Eduardo Salum como embajador de Chile ante Argelia. Salum no era un diplomático de carrera, sino un intelectual con quién Allende compartía principios y posiciones políticas claras y definidas. Salum, socialista de origen chileno-sirio, era un activo militante anticolonialista, hermano del diputado Marco Antonio Salum, presidente en la década de los 50 del comité chileno pro-autodeterminación de Argelia.

Salvador Allende fue el primer presidente de Chile que visitó Argelia, (y hasta ahora el único). Recibido en el aeropuerto de Argel por el propio presidente Boumediéne, Este desarrolló con su anfitrión argelino un intenso diálogo y agenda. Su presencia en Argel coincidió con el regreso a Chile del célebre poeta Pablo Neruda luego de recibir el premio nobel de literatura. Allende desde Argelia le envió un caluroso mensaje en homenaje por su contribución a la cultura universal.

En su política internacional y en la dimensión bilateral, compartió una visión estratégica con el gobierno del presidente Houari Boumediéne sobre la nacionalización de los recursos naturales estratégicos para asegurar el desarrollo y la soberanía económica, como fueron la nacionalización del Cobre para Chile y la de los hidrocarburos para Argelia. Más allá de la distancia geográfica que los separa, Chile y Argelia se proyectaron como países representativos del Tercer Mundo en lucha por su liberación, definiendo su propia vía socialista fundada en una efectiva autodeterminación y en la independencia económica, social y cultural.

La vía chilena al socialismo según la concepción de Allende “con sabor a vino tinto y empanadas”, encontraba así un correlato e identificación con la revolución argelina de Boumediéne que señalaba que: “Nuestro socialismo está inspirado en la filosofía del tercer mundo” ([x]).

En el gobierno de la Unidad Popular la revolución argelina tuvo una importante difusión en los medios de comunicación estatales chilenos([xi]). Importantes delegaciones del gobierno argelino visitaron nuestro país y tuvieron una destacada participación en los trabajos preparatorios y en la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, (3ra UNCTAD, abril-mayo de 1972).

En el Encuentro internacional del Consejo Mundial Por la Paz, realizado en octubre de 1972 en Santiago y presidido por la destacada líder anticolonialista chilena Olga Poblete, una delegación del FLN argelino participó junto a representantes de otros movimientos de liberación anticolonialistas y organizaciones políticas y sociales del tercer mundo, en el encuentro internacional, que dada su relevancia, fue clausurado por el presidente Salvador Allende ([xii]).

En Argel, la representación diplomática chilena, dirigida por el embajador Salum era un foco dinámico y activo, en coherencia con las definiciones e importantes convergencias de los gobiernos de Argelia y Chile, en solidaridad con las luchas anticolonialistas y de liberación y en particular con la causa palestina y vietnamita, así como la lucha contra el apartheid en Sudáfrica y la descolonización de los países lusofonos del África[xiii]. En consecuencia, Argelia jugó un rol central en la evolución de política exterior del Chile de Allende en su acercamiento y relación con África, lo que le permitió afianzar relaciones con los movimientos anticolonialistas y de liberación africanos y con sus principales líderes ([xiv]).

Argelia y Chile en el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL)
En septiembre de 1971, el presidente Salvador Allende, integró a Chile al Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). Para el gobierno de la Unidad Popular, el MNOAL encarnaba los principios de la solidaridad con las luchas de liberación de los pueblos ante el colonialismo y la dominación imperialista y proporcionaba un marco para promoción de la cooperación entre los pueblos del sur, desde su pluralidad ideológica. Para Allende, aquellos principios con los cuales se identificaba plenamente hicieron necesaria la integración de Chile en la comunidad de los No Alineados.

El presidente Allende anunció la pertenencia de Chile al MNOAL ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972. Una vez integrado al MNOAL, el gobierno chileno participó activamente en las reuniones de Georgetown, Guyana, y luego en la Conferencia de Argel, celebrada en septiembre de 1973. A esta última e importante Cumbre, el presidente Allende se proponía asistir, lamentablemente, la compleja coyuntura nacional se lo impidió, enviando a su ministro de relaciones exteriores Clodomiro Almeyda, para representarlo personalmente en la Cumbre.

En el discurso pronunciado por el canciller Clodomiro Almeyda, el día 9 de septiembre de 1973, en la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del MNOAL celebrada en Argel y presidida por el Presidente Boumediéne – expresó la posición de Chile respecto de los principios que inspiran al MNOAL y sus objetivos para edificar de un nuevo orden económico mundial. En su intervención, señaló expresamente:

“Compartimos la convicción de que el papel principal del movimiento de países no alineados es aportar toda su influencia para la conservación de la paz y la seguridad mundial es dentro de los principios de las Naciones Unidas. Para ello el movimiento de los no alineados enfatiza la necesidad de luchar por la distensión mundial combatiendo las causas últimas que mantienen la pobreza en el mundo y que conducen a la inseguridad ya la guerra causas que se anidan en la naturaleza irracional e injusta de la estructura económica internacional y de la buena parte todavía de los ordenamientos sociales y políticos de las sociedades nacionales”.

En su intervención el representante personal de Allende definió al MNOAL como parte de “una poderosa corriente de Estados, pueblos y movimientos de liberación que se reúnen a través de los principios del no alineamiento y que junto a los Estados socialistas y a la clase obrera internacional constituyen las fuerzas promotoras del Progreso y de la paz en nuestro planeta.”

“Una de las tareas principales de los países del tercer mundo articulados en el Movimiento de Países No alineados es luchar por el “acceso de los pueblos al desarrollo obstruido por una injusta estructura económica internacional que favorece a los países capitalistas avanzados y que perjudica a la gran mayoría de la población de la Tierra. Luchar en contra de injusto orden internacional es luchar contra el imperialismo que lo sostiene y que se beneficia de él.”

“El imperialismo continúa siendo el principal obstáculo de los pueblos al desarrollo para afianzar su independencia expandir sus economías y emancipar a sus pueblos” ([xv]).

Esa misma noche Almeyda regresaría desde Argel en el África del Norte hacia América del Sur, aterrizando en Santiago en la madrugada del mismo día del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Pocas horas después, el presidente Salvador Allende, quien resistía en el palacio presidencial de la Moneda, sería rodeado y atacado por tanques y bombardeado por la Fuerza Aérea. Rechazando rendirse ante los golpistas, moriría digna y heroicamente defendiendo la soberanía popular y el gobierno del pueblo.
Almeyda sería tomado prisionero y trasladado a un campo de concentración. Luego del sangriento episodio, Argelia no reconocería al nuevo gobierno dictatorial y rompería toda relación diplomática. Se iniciaría así una nueva e inédita etapa, sin precedentes, en la relación entre Chile y Argelia. Un nuevo momento histórico marcado por la solidaridad del pueblo argelino con la resistencia democrática del pueblo chileno, capítulo que será abordado en la tercera parte de este artículo.

Notas
([i]) La concepción y noción tercer mundista en el Chile de la década de los 60 era compartida por las izquierdas, movimientos populares y fuerzas de inspiración social cristiana y desarrollistas como se puede apreciar con la intervención del Jefe de la bancada de senadores del partido Demócrata Cristiano, José Foncea, en nombre del principal partido del gobierno de Eduardo Frei en homenaje a la República Árabe Unida : “En el plano internacional, Nasser, junto a Nehru y Tito, encabeza lo que se ha dado en llamar Tercer Frente, destinado a aglutinar a los países no comprometidos con ninguna forma de imperialismo, en apoyo de la paz, en abierta lucha contra el colonialismo y en defensa de la autodeterminación”. Senado de Chile, Sesión 27, del 27 de julio de 1965.
([ii]) Palieraki, Eugenia (2020) Chile, Algeria, and the Third World in the 1960s and 1970s. Revolucion Etangled. En: Tomas C Field Jr, Stella Krepp, Vani Pettina (2020) Latin America and the Global Cold War. The University Of North Carolina Press. Estados Unidos.
([iii]) En: entrevista dada por Eugenia Palieraki a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”, 14 de octubre de 2020.
([iv]) IBID.
([v])IBID.
[vi] IBID
([vii]) Grimand Nicole (1994). La Politique extérieure de L’Algérie. Rahma, Alger. Pg. 144
([viii]) https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/Independence.aspx
([ix]) Op. Cit.
([x]) Francos Ania y Séreni J.(2017). Un Algérien nommé Boumediéne. Éditions ASSNNI, Algeria. p293
([xi]) La Empresa Editora Nacional del Estado “Quimantú” editó y difundió a nivel nacional un completo reportaje especial sobre Argelia, “La Independencia de Argelia” (1972) número especial de la Revista “Hechos Mundiales”, N°51, 64 páginas.
([xii]) Al respecto resulta muy ilustrativo y edificante el relato del periodista Mario Dujisin que me fue transmitido por su colega Lidia Baltra: “Como funcionario de La Moneda y con el apoyo decisivo de Juan Ibáñez, que abrió esa puerta, tuve la oportunidad de presentar a Allende a Marcelino dos Santos (Mozambique), Vasco Cabral (Guinea-Bissau/Cabo Verde) y Manuel Soares de Silva (Angola), que viajaron a Santiago en 1972, para el Congreso Mundial de la Paz. Antes de eso, en agosto de 1971, visité Argelia, donde conocí al embajador Eduardo Salum, y le presenté al dueño de la casa donde estaba hospedado, el Dr. Gentil Traça, posteriormente ministro de salud de Angola, y a Manuel Soares da Silva (representante del MPLA en Argel). Eduardo se hizo muy amigo de ellos dos y a partir de entonces, decidimos, él y yo, hacer “lobby” por las luchas de liberación de las entonces colonias portuguesas” … “En fin, siguiendo con esa historia, te cuento que, a partir de entonces, Allende quiso siempre estar informado sobre los acontecimientos en los luso-africanos”.
[xiii] Países bajo la dominación colonialista de Portugal: Angola, Mozambique, Cabo Verde, Guinea Bissau, Santo Tomé y Príncipe, Cabo Verde y Timor Oriental.
([xiv]) En el imaginario de los revolucionarios africanos Argelia juega un rol comparable al ocupado por Cuba en el imaginario de los insurgentes y revolucionarios latinoamericanos: la revolución Argelina es la referencia histórica, la fuente de esperanza, el archivo de las informaciones de los revolucionarios contemporáneos del África negra o subsahariana. (La traducción es nuestra). Ziegler Jean (1983) Contre L’ordre du monde. Les rebelles. Editions du Seuil. Paris. pg. 591
([xv]) Intervención del canciller de Chile Clodomiro Almeyda Medina, en la 4 Cumbre del Movimiento de Países de los No Alineados en el Palacio realizado en la ciudad de Argel, Argelia el día 9 de septiembre de 1973. Transcrito de la grabación fílmica del archivo de la radio difusión-televisión argelina (RTA).

 

(3 PARTE)
Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo
La solidaridad argelina con la resistencia chilena durante la dictadura de Pinochet.
Argelia condena el golpe contra Allende y rompe relaciones diplomáticas.
El viaje de regreso desde Argelia hacia Chile del canciller Almeyda aterrizando en Santiago en la madrugada del 11 de septiembre de 73, simbolizó de manera dramática la ruptura que se produciría entre ambos países producto del golpe en Chile y las nuevas circunstancias en que se desenvolverían las relaciones entre los pueblos de Chile y Argelia.
Cuando todavía no se desocupaban las salas de prensa que cubrían la IV Cumbre de Jefes de Estado y de gobierno del Movimiento de Países no alineados (MNOAL) en el Club de Los Pinos en Argel, los cables de noticias comenzaban a informar sobre el sangriento golpe, el bombardeado contra Allende en el palacio de la Moneda y de su muerte luego de resistir a los golpistas.
La reacción argelina no se hizo esperar: Argelia condenaba enérgicamente el golpe de estado en Chile y rompía toda relación diplomática con la dictadura Pinochetista. El gobierno argelino, al rechazar categóricamente el golpe debido a su estrecha relación con el gobierno socialista de Salvador Allende, lo hacía ante todo en coherencia con uno de los principios rectores de su política internacional luego de su guerra independentista: la defensa del derecho inalienable de los pueblos a la autodeterminación.
La vía democrática al socialismo como proyecto revolucionario de liberación, basado en la nacionalización y estatización de sus recursos estratégicos -como componente esencial para su soberanía económica-, no alineada, antiimperialista, y anticolonialista del gobierno de Allende, representaba para Argelia, en el otro extremo del mundo, un proceso hermano muy próximo, similar en los fundamentos y objetivos asumidos.
La muerte de Allende impactó profundamente al presidente Boumediene y al pueblo argelino, suscitando su inmediata condena al golpe en Chile. Argelia solidarizó con el gobierno de la Unidad Popular y el pueblo chileno. A partir de ese momento, -desde su importante liderazgo en el tercer mundo- se transformaría en uno de principales países que en el seno del MNOAL y en foros internacionales, impulsó acciones en solidaridad con la resistencia democrática chilena y la condena internacional a la dictadura cívico militar de Pinochet.
El mismo día del golpe en Chile, el embajador Eduardo Salum recibió la solidaridad argelina siendo convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores por su Secretario General, quién le transmitió formalmente que; “por decisión del presidente Houari Boumediene, el gobierno argelino rechaza el golpe contra el presidente Allende y no reconoce a la dictadura de Pinochet, señalándole que Argelia reconoce en su persona al pueblo de Chile y que seguiría reconociéndole como embajador y único representante de pueblo chileno.”[i]
El alto diplomático argelino le informó al embajador chileno que, al día siguiente, el gobierno y el FLN organizaría una manifestación en rechazo al golpe de estado y en homenaje al presidente Allende. A menos de 24 horas de ocurrido el sangriento golpe militar, en la Plaza El Mouradia, muy próxima al edificio de la presidencia, y con la presencia de altos dirigentes de gobierno y del FLN, de estudiantes y trabajadores de la Unión General de Trabajadores argelinos (UGTA) y el Eduardo Salum, se inauguraría la primera placa en homenaje a Salvador Allende en un emotivo y solemne acto[ii]. Con aquella actividad realizada el 12 de septiembre de 1973, Argelia sería el primer país en organizar un acto público en homenaje y solidaridad con Allende y el pueblo chileno que comenzaba a ser perseguido y reprimido por la Junta golpista.
Ante la trágica muerte de su amigo Salvador Allende, el 14 de septiembre el presidente Boumediene, envió un sentido mensaje a Hortensia Bussi, viuda del presidente Allende, expresándole:
“Todos los hombres libres están de duelo. La trágica desaparición del presidente Allende es para nosotros una causa de tristeza que solo se justifica y se entiende desde las grandes amistades entre los pueblos de Chile y América latina y los pueblos del tercer mundo y desde la reflexión que producen los grandes cambios en la historia de los hombres” … “El presidente Allende entra en la historia como símbolo y encarnación de una fe y de un ideal que ninguna fuerza en el mundo será capaz de apagar[iii]
Rol de Argelia en la solidaridad internacional con la resistencia del pueblo chileno.
El gobierno y el pueblo argelino tuvieron un destacado rol en la solidaridad con la resistencia democrática chilena. Durante los años de la dictadura de Pinochet en Chile Argelia fue anfitrión y organizador de numerosos encuentros internacionales en solidaridad con la resistencia chilena. Conferencias y manifestaciones solidarios con participación de organizaciones (nacionales e internacionales) sindicales, estudiantiles, de fuerzas políticas y de movimientos de liberación, juristas y defensores de derechos humanos, cineastas y artistas, se realizaron en las principales ciudades de Argelia. De estos destacan los siguientes:
A comienzos de 1975, los trabajadores argelinos de la UGTA entregaron simbólicamente en el muelle 3 del puerto de Argel, a los representantes de la Oficina de la resistencia chilena, una carga solidaria de 13 toneladas con alimentos y ropa. Los cuales serían transportados hacia Chile por un barco que recalaría en otros puertos, para recibir más donaciones de organizaciones de trabajadores, para ser entregada en navidad a los niños y familiares de prisioneros políticos y de detenidos desaparecidos y ejecutados en Chile. La carga del barco solidario fue enviada al puerto de Valparaíso vía Caritas Internacional y canalizada en Chile por el Comité Pro-Paz Ecuménico de Iglesias constituido por el Cardenal Arzobispo de Santiago, Raúl Silva Henríquez[iv].
En 1977 la Cineteca Nacional de Argelia, organizó la Semana internacional de solidaridad con Chile, la cual tuvo una masiva asistencia del pueblo argelino. Meses después, se realizaría la XIV Feria Internacional de Argelia, la que contaría con un pabellón especial dedicado a Chile en solidaridad con la resistencia chilena, el que sería inaugurado por el propio presidente Boumediene[v].

En enero de 1978, Hortensia Bussi viuda de Allende visitó Argelia siendo recibida con honores de Jefe de Estado. Se reuniría con el presidente Boumediene y participaría en los trabajos de la Quinta Sesión de la Comisión Internacional de investigación sobre los crímenes de la dictadura militar. En el encuentro del presidente argelino con la viuda de Allende, este le reiteró que “el pueblo chileno encontraría siempre en Argelia una segunda patria”, y le expresó su confianza en la victoria futura del pueblo chileno”[vi] . La Comisión Internacional fue inaugurada por el jefe del partido FLN, Mohamed Salah Yahiahoui y contó con la asistencia de dirigentes de la izquierda chilena, de juristas, parlamentarios y dirigentes sociales argelinos. Estuvieron, además, presentes representantes de diversos movimientos de liberación encabezados por el Frente Polisario, la SWAPO y el MPLA, entre otros.
Un momento relevante del papel jugado por el gobierno argelino en la solidaridad con Chile se produjo al presidir Argelia el Vigésimo Noveno período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1974. Desde la presidencia de la Asamblea General, el ministro de relaciones exteriores de la época, Abdelaziz Bouteflika[vii], rendiría homenaje al presidente Salvador Allende por su coraje, consecuencia y valentía en la defensa de la soberanía de su país, señalando que a pesar de la violencia ejercida por la dictadura en contra del pueblo chileno la revolución chilena continuaría y el pueblo chileno vencería.[viii]

En las Cumbres y encuentro del MNOAL los representantes del gobierno argelino efectuaron declaraciones o impulsaron resoluciones en contra de la dictadura chilena, las que fueron estableciendo de hecho una posición predominante del MNOAL sobre Chile. La Resolución promovida por Argelia y Cuba en la V Cumbre del MNOAL realizada en Colombo, Sri Lanka en 1976, en nuestra opinión, resume muy claramente los temas centrales sobre la situación chilena, contenidos en la gran mayoría de las resoluciones internacionales de la época:
“La Conferencia rindió homenaje al líder latinoamericano Salvador Allende y expresa su profunda preocupación por la agresión y presencia del imperialismo en Chile, que se refleja en la inversión del proceso de recuperación de los recursos naturales y de la transformación económica y social del país; por las violaciones flagrantes de los derechos humanos en el mismo y por el hecho de que la Junta Militar no ha permitido que la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas visite Chile. Se solidarizó con las resoluciones adoptadas al efecto durante el XXIX y XXX períodos de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con las decisiones pertinentes de diversas agencias especializadas de las Naciones Unidas, en particular la OIT y la UNESCO; así como las aprobadas por la Conferencia de Dakar sobre Materias Primas, la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer y la Comisión de Derechos Humanos en febrero de 1976, y reiteró las decisiones previas adoptadas por los países no alineados sobre el particular, reafirmando su solidaridad con el pueblo chileno. La Conferencia ratifica también la decisión de mantener la situación de Chile bajo su observación permanente y promover la solidaridad con el pueblo chileno.”[ix]
La dictadura chilena consideraba al gobierno argelino como uno de sus enemigos internacionales, tal como queda en evidencia en un informe reservado del director general de la Cancillería pinochetista, Javier Illanes, -documento que se filtraría a la prensa causando una gran repercusión internacional-. Dicho informe, que estaba dirigido a los embajadores de la dictadura en el exterior, se clasifica a Argelia como un país enemigo “controlado por el comunismo soviético” junto a los países de Europa del Este, Cuba y el Congo.[x]
La política exterior de la dictadura pinochetista giró en torno al problema del aislamiento. El régimen militar no era indiferente a la condena y al aislamiento internacional que este significaba, por lo mismo, intentó revertir en vano su marginación del MNOAL. Su principal obstáculo para ese propósito fue Argelia y Cuba. Solo al término de la dictadura y el inicio de la transición democrática con el gobierno del presidente Patricio Aylwin, Chile volvería a asistir oficialmente al MNOAL en la Conferencia Cumbre de Yakarta en 1992.
Organización e instalación del exilio chileno en Argelia.
La inmediata decisión de Argelia de no reconocer a la dictadura chilena y de reafirmar su relación y solidaridad con el pueblo chileno, significó continuar reconociendo a Eduardo Salum como embajador del pueblo chileno, lo que permitió organizar muy prontamente desde Argelia la solidaridad con la resistencia chilena. Lo que además, permitió implementar un sistema de información y denuncia sobre las violaciones a los derechos humanos que se cometían en Chile, en contra de dirigentes políticos y sociales y militantes del gobierno popular.
Así como durante los años 50 y 60 a partir de la insurrección argelina desde 1954 hasta la independencia conquistada en 1962, le había correspondido al pueblo chileno apoyar en Chile y en América Latina la solidaridad con la lucha argelina, ahora era Argelia, quien desde el gobierno le devolvía la solidaridad al pueblo chileno, y junto a las organizaciones estudiantiles, de artistas y creadores, trabajadores estatales y movimientos de la sociedad argelina apoyaron a la resistencia chilena y organizaron la llegada e instalación de exiliados chilenos a Argelia. Estos fueron insertados en el mundo laboral y se les otorgó el mismo trato, reconocimiento y nivel que recibían los profesionales y técnicos argelinos. La llegada de los chilenos exiliados a Argelia respondió a la instalación de un exilio militante, bajo una lógica de compromiso político y revolucionario tercermundista y no se trató solamente de un exilio y refugio humanitario, como lo fue la situación de exilio de miles de chilenos en Europa Occidental.
En su trabajo sobre el exilio de los chilenos en Argelia, la historiadora Eugenia Palierakis, señala que en el mundo árabe y en el África, Argelia fue el país que albergo y acogió a la mayor cantidad de la comunidad de chilenos exiliados. Si bien hubo presencia de exiliados chilenos en otros países africanos como Mozambique y Angola, era un número significativamente menor, incluso muchos de ellos llegaron a esos países vía la coordinación efectuada desde Argelia. La llegada de los refugiados chilenos fue el resultado del alcance e influencia mundial de la diplomacia argelina y de las fuertes relaciones del FLN con el gobierno de Allende concluyendo que los exiliados chilenos en Argelia encarnaron “un cosmopolitismo revolucionario a través de su actividad profesional y activismo político” y estima que se instalaron entre 700 a 1000 exiliados de manera permanente en Argelia. [xi]

El Socialismo chileno y Argelia.
La relación política del FLN con Salvador Allende el socialismo chileno tuvo una importante relevancia en la historia de las relaciones entre Chile y Argelia. Esta relación tan central es posible ejemplificarla con un hecho político simbólico: el llamado Pleno de Argel. Un importante encuentro clandestino del Comité Central del Partido Socialista, que se realizaría en Berlín en la (RDA), se presentó ante la opinión pública internacional como si se hubiese realizado en Argelia. Los socialistas chilenos recibieron el apoyo del FLN para presentar el Pleno de Argel como realizado secretamente en Argelia con el objeto de resguardar la vida y la seguridad de los asistentes que participarían provenientes desde Chile frente al alcance de los servicios de inteligencia de la dictadura y servicios de inteligencia aliados. Para cubrir la operación y el despistaje sobre el evento que se realizaría en la RDA, viajaron previamente a Argel el propio Secretario General del Partido Socialista, Carlos Altamirano junto al dirigente Rolando Calderón y ofrecieron una conferencia de prensa convocada de último minuto en la localidad de Sidi Ferruch, en las afueras de Argel, informando sobre la exitosa realización de su evento realizado con amplias medidas de seguridad y presentaron los acuerdos políticos adoptados en el inexistente Pleno Extraordinario del Partido Socialista en Argel[xii].
La embajada de Chile en Argel: La Oficina de la Resistencia chilena.
La Oficina de la Resistencia asumió el rol embajada de Chile en Argelia. En primer lugar, jugó un papel muy importante en el apoyo a la resistencia en Chile y en la coordinación bilateral para la instalación e inserción del exilio chileno en Argelia. Fue relevante también en la difusión informativa y en la coordinación internacional de acciones contra la dictadura pinochetista.
La oficina pasó por diversas etapas en su trabajo y en su composición política[xiii]. Desde comienzos de 1974, se editó un boletín informativo semanal y una publicación mensual. Luego, se implementó un programa periodístico en la radio nacional y TV argelina. Se editaban múltiples documentos y publicaciones y se organizaron varias giras nacionales de información.
Otro de sus objetivos centrales fue la vinculación orgánica con los movimientos anticolonialistas y de liberación acreditados en Argel. Estableciéndose relaciones que fueron particularmente estrechas con movimientos y fuerzas del: Sahara Occidental, Palestina, Angola, Mozambique, Guinea Bissau, Cabo Verde, Sudáfrica, Namibia y Zimbawe[xiv].
Desde Argel se proyectó la solidaridad chilena con la autodeterminación saharaui y palestina.
Una importante herencia de la relación argelino-chilena, que perdura hasta la actualidad, se construyó gracias al trabajo conjunto en solidaridad con los movimientos anticolonialistas y de liberación que tenían embajadas y oficinas en Argel. Un ejemplo de ello, lo constituyó la estrecha relación establecida entre los chilenos y los saharauis del Frente Polisario y su apoyo a la descolonización e independencia del Sahara Occidental. Tan importante fue la vinculación y cooperación establecida que, a partir de su trabajo en la Oficina de la Resistencia, el Dr. Heriberto Lira fue junto a los saharauis ,uno de los creadores y editores del Boletín de “Sahara Libre” que fue el primer informativo sobre la lucha saharaui impreso en español[xv].
La solidaridad chilena con la lucha del pueblo palestino experimentó, desde Argelia, un fuerte dinamismo a partir de la profundización de las relaciones entre el Partido Socialista y la resistencia chilena con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Ariel Ulloa, médico y dirigente del Partido Socialista y exiliado a Argelia desde comienzos de los 80, resaltó que “el FLN argelino nos apoyó y facilitó mucho las relaciones del Partido Socialista con la OLP y el presidente Yasser Arafat”. Desde Argel, nosotros trabajamos también ayudando a que la comunidad palestina chilena apoyase con más fuerza la causa palestina”[xvi].
En el histórico Consejo Nacional Palestino, realizado en el Club de Pinos de Argel en 1987, asistió una delegación socialista integrada por Germán Correa, Ariel Ulloa y Heriberto Lira, los que sostuvieron un importante encuentro con el presidente Yasser Arafat.
Luego de una larga y encarnizada lucha del pueblo chileno por terminar con la dictadura de Pinochet y reconquistar la democracia, el triunfo del “No” en el Plebiscito del 5 de octubre de 1988, abriría una nueva etapa de lucha por la democratización de Chile posibilitando la posterior elección de un gobierno de transición democrática en Chile. Paradojalmente, la misma fecha del 5 octubre de 1988, marcaría también un antes y un después para Argelia, pues a partir de esa fecha se desencadenaron grandes movilizaciones y protestas populares exigiendo cambios institucionales y económicos profundos. En un nuevo y profundo contexto de cambios en ambos países, será el escenario en que se restablecerían las relaciones diplomáticas y se abriría una nueva etapa con nuevos desafíos en relación entre Chile y Argelia, etapa que abordaremos en la cuarta parte y final de este artículo.

Notas:
[i] En entrevista dada por Eduardo Salum a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”. Octubre de 2020.
[ii] IBID
[iii] Fragmento de la carta del presidente Boumediene a Hortensia Bussi. La traducción es nuestra, ver Boletín de la Oficina de la Resistencia Chilena en Argel. Junio de 1978, pg.1
[iv] Boletín de la Oficina de la Resistencia Chilena en Argelia. (1975). Número 11. pg. 1
[v] Boletín de la Oficina de la Resistencia Chilena en Argelia. (1977). Octubre pg.1
[vi] . La traducción es nuestra en Boletín de la Oficina de la Resistencia en Argelia, (enero-febrero) 1978, pg.2
[vii] Para más información sobre el presidente del vigésimo noveno período de sesiones de la Asamblea General en https://www.un.org/es/ga/president/bios/bio29.shtml
[viii] Boletín de Oficina de la Resistencia Chilena en Argelia. Junio de 1978. Numero pg.1
[ix] Extracto del Documento final sobre Asuntos Latinoamericanos de la V Conferencia de Jefes de Estado o de Gobierno de los Países no Alineados celebrada en Colombo, Sri Lanka, del 16 al 19 de agosto de 1976.
[x] Boletín de la Oficina de la Resistencia Chilena en Argelia. (junio de 1975) Numero 6. p2
[xi] En entrevista dada por Eugenia Palieraki a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”. Octubre de 2020. Ver: Palieraki Eugenia. (2018). Ampliando el campo de percepción y lucha: los exiliados políticos chilenos en Argelia y el cosmopolitismo del Tercer Mundo.https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/14725843.2018.1452138
[xii] Boletín de la Oficina de la resistencia chilena en Argelia. 1978. Numero. 160 pg.8
[xiii] Desde sus inicios la oficina de la resistencia chilena en Argelia fue dirigida por militantes del partido Socialista y luego se incorporarían representantes de los partidos: Comunista, MAPU, MIR y Radical.
[xiv] Entrevista dada por Eduardo Salum a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo2., octubre de 2020
[xv] Entrevista dada por el Dr. Heriberto Lira a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”. Noviembre de 2020
[xvi] Entrevista dada por el Dr. Ariel Ulloa a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”. Octubre de 2020. El Dr. Ariel Ulloa fue embajador de Chile en Argelia durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos Escobar.

 

(4 PARTE Y FINAL)
Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo Reconocer la historia entre Chile y Argelia para construir el futuro.

Restablecimiento de relaciones entre Chile y Argelia.

Con la elección del gobierno de transición democrática encabezado por Patricio Aylwin, las relaciones bilaterales entre Chile y Argelia se restablecieron en 1990 a nivel de Embajadas concurrentes desde Túnez y Argentina, respectivamente (1) .

Transición y contexto global de la política de reinserción internacional de Chile.

El en plano de las relaciones exteriores, el gobierno de transición del presidente Aylwin (2), tuvo como contexto y fue influido en política internacional por varios factores globales: la crisis terminal del Bloque Socialista del este y la desaparición de la Unión Soviética, el fin de la era inaugurada por Bandoung y la influencia del Movimiento de Países No alineados (MNOAL) y la expansión sin contrapeso de la dominación económica global, definida por el economista Samir Amin como la Triada imperialista integrada por “USA-Europa-Japón”(3).
En lo ideológico, cobraba fuerza una gran ofensiva de cuestionamiento a las ideas socialistas y a la teoría de la dependencia que oponía al centro con la periferia en el marco del conflicto Norte/Sur. Se produjo la contención de las propuestas, que desde el tercer mundo se proyectaban esperanzadoras, producto del avance de visiones conservadoras que afirmaban “el fin de la historia” y la primacía de una concepción única de democracia liberal y capitalista.
El mundo experimentaba así un histórico retroceso democrático y social como resultado de la globalización especulativa financiera y la ola privatizadora neoliberal, impuestas a escala planetaria por los gobiernos de Ronald Reagan, Estados Unidos (1981-1989) y de Margaret Thatcher, Reino Unido (1979-1990).
En un contexto de reflujo mundial de las ideas y fuerzas progresistas, en Chile, el triunfo de Aylwin con la Concertación de Partidos por la democracia, incluía en el nuevo gobierno al Partido Socialista (PS), el cual, durante el gobierno de Salvador Allende, había tenido una gran influencia en la relación con la Argelia de Boumediene y en el Movimiento de países no alineados MNOAL. Sin embargo y en contraste con aquello, en el gobierno de la Concertación de Partidos por la Democracia, el PS renunció a sus posiciones internacionales históricas (4) y no jugó un rol significativo en las definiciones de política y relaciones internacionales del gobierno de Aylwin, con excepción, en cierta medida, del conflicto internacional que involucró al entonces embajador de Chile ante la Unión Soviética y ex canciller de Allende, Clodomiro Almeyda, a raíz del ingreso como huésped temporal en la residencia de la embajada chilena en Moscú del ex presidente Erich Honecker de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA)(5).

Si bien el gobierno de Aylwin, buscó reinsertarse en el mundo restableciendo relaciones con todos los países que habían roto con la dictadura, con pragmatismo recogió y continúo con la política exterior redefinida durante la dictadura, que propiciaba que esta debía ser un instrumento de la política comercial y en consecuencia, la prioridad fue la inserción de Chile en la globalización neoliberal, priorizando la apertura de mercados y la desregulación para la atracción de inversiones de las corporaciones transnacionales y los Tratados de Libre Comercio. Tal como señala el ex embajador de Chile en Argelia Ariel Ulloa, “para la Cancillería la política exterior fue confundida con el comercio y el mundo concebido como un gran mercado. Una Cancillería con una visión siempre pronorteamericana que miraba algo a Europa y el resto del mundo prácticamente no existía hasta la emergencia de China (6) .

Resabios de la dictadura: Diputados pinochetistas se oponen a la reapertura de la embajada de Chile en Argel.En el año 2001, ante la decisión del gobierno de Ricardo Lagos de reabrir embajada chilena en Argelia, un grupo de diputados de una derecha todavía pinochetista, encabezados por Julio Dittborn y Jaime Orpis (7) de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y por Baldo Prokurika (8) y Gustavo Alessandri (9) de Renovación Nacional (RN) presentaron el Proyecto de Acuerdo N°551 en la Cámara de Diputados rechazando la reapertura de la embajada de Chile en Argelia.

Sin bien la decisión del presidente Lagos era de su exclusiva prerrogativa, la presentación del proyecto de acuerdo buscaba abrir un debate de un modo subrepticio respecto de las relaciones entre Chile y Argelia. Estaba particularmente en cuestión para aquellos sectores, el rol internacional jugado por Argelia en la solidaridad con la resistencia chilena en contra del régimen pinochetista. Para oponerse a la decisión anunciada por el ejecutivo. Se esgrimieron diverso tipo argumentos, tales como: los altos costos económicos que implicarían para el país abrir una embajada en Argel; el sin sentido de abrir una embajada ante un país destruido por una cruel guerra civil y con el cual nuestro país no tenía embajada desde el año 1973; que la realidad en ese momento era que los países cerraban sus embajadas en Argelia trasladándolas a Túnez; señalando también, que no era procedente debido que el embajador elegido para ese cargo era militante socialista.

El presidente Lagos designó embajador de su confianza política al Doctor Ariel Ulloa, socialista y ex alcalde de Concepción, quién había vivido parte de su exilio en Argel y había cultivado estrechos lazos políticos con los principales dirigentes del gobierno y del Frente de Liberación Nacional argelino. El intento de la derecha todavía nostálgica del Pinochetismo para oponerse a la reapertura de la embajada chilena en Argel no fructificó y su propuesta de reconsideración fue rechazada por 29 votos del oficialismo contra 24 votos(10) .

El relanzamiento de la relación chileno-argelina con la visita del presidente Bouteflika.

El presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika visitó Chile en mayo de 2005 y sostuvo un intenso programa bilateral de 4 días en Santiago y Valparaíso. Lo primera actividad del presidente argelino fue visitar el mausoleo del presidente Salvador Allende para rendirle un solemne homenaje por su consecuencia y dignidad, reconociendo al pueblo chileno que resistió a la dictadura Pinochetista.
Pero la visita del Jefe de Estado argelino no se basó solamente en la evocación de la amistad entre dos gobiernos y pueblos con un digno pasado bilateral, ni en el reconocimiento de la vieja amistad y reivindicación de las visiones progresistas compartidas de los presidentes Allende y Boumediene. Su visita al Chile de la post dictadura presidido por Ricardo Lagos, respondía a la decisión de profundizar las históricas relaciones de mutua solidaridad que habían resistido el paso del tiempo restableciendo, en las nuevas circunstancias, una nueva alianza estratégica, en lo energético, en lo político, cultural y comercial de mutuo beneficio para encarar el nuevo contexto mundial.

El Chile de entonces tenía (y en la actualidad también) un déficit gasífero y energético severo y en consecuencia, siendo Argelia uno de los más importantes países productores y exportadores de gas del mundo, para el Estado chileno la visita del presidente argelino resultaba de la mayor importancia e interés. Más todavía, si se tenía en consideración que Argelia vía Sonatrach (11) se había instalado y operaba en el vecino Perú, siendo parte del Consorcio de Camisea (12) en la explotación y exportación de gas.
La visita del presidente argelino fue precedida por un meticuloso trabajo político y técnico preparatorio. En Santiago, los presidentes Bouteflika y Lagos firmaron un importante Acuerdo de Cooperación energética que posibilitaba una estratégica cooperación entre las empresas estatales ENAP de Chile y SONATRACH de Argelia con miras a negociar (13) la compra de gas natural licuado (GNL) y participar con inversiones y tecnología. Argelia le ofreció Chile un acuerdo entre empresas estatales que implicaba una significativa oferta para proveer al país GLN, -que reduciría de manera importante el precio del GLN pagado por Chile (14) -, y, se comprometía a transferir recursos humanos y tecnológicos. En el marco del acuerdo suscrito, los argelinos decidieron participar en el proyecto de construcción, provisión de GNL y operación del terminal de la planta de regasificación de Quinteros ubicada en la Quinta Región de Valparaíso.

Pero el interés de la Empresa Nacional de Petróleos de Chile (ENAP) no solo estaba puesto en el GNL. El acuerdo incluía también la exploración conjunta de petróleo en la zona de Magallanes, y permitía, a su vez, a ENAP participar en licitaciones en Argelia y de conjunto en otros países africanos.
Sin embargo, el intenso lobby de los intereses de la transnacional inglesa British Gas con sus socios norteamericanos e israelitas junto a la soterrada preferencia de algunas autoridades en favor de la operación de empresas privadas en el GLN en desmedro de las empresas estatales, terminaron por frustrar la materialización del estratégico acuerdo bilateral.

Un año después, el gobierno chileno le adjudicó a la transnacional British Gas la provisión y operación de GLN (15). Lamentablemente de nada sirvieron los acuerdos bilaterales suscritos durante la visita del presidente argelino a Chile, ni tampoco su generosa y ventajosa oferta de Gas como base de una cooperación energética estratégica. Todos los intentos por transparentar lo ocurrido con la licitación que permitió a British Gas adjudicarse la millonaria operación en Chile en desmedro de la estatal argelina, fueron infructuosos y nunca fueron clarificados. Ante la inquietud de los argelinos por entender y transparentar lo ocurrido en aquella licitación y solo recibieron como respuesta que Argelia había hecho una oferta fuera de plazo.

De acuerdo a lo que señala el embajador Ulloa(16), en ese mismo periodo, visitó Chile una delegación de las Fuerzas Armadas argelinas, que tenía interés de concretar dos importantes proyectos de cooperación y mutuo beneficio: se exploraba la posibilidad de que ENAER (17) reparase y diera mantención a aviones militares y civiles argelinos y, que a su vez, se le hiciera reparación de barcos en los astilleros de ASMAR (18) en Talcahuano. Aquellos proyectos, fueron detenidos por la Cancillería chilena (donde había muchos pinochetistas enquistados) y en consecuencia, nunca se desarrollaron estas las potencialidades de la nueva agenda de cooperación.

Conocer y reconocer la historia entre Chile y Argelia para construir el futuro.En junio del 2020, el entonces ministro, Teodoro Rivera, canciller del gobierno del presidente Sebastián Piñera anunció que su gobierno cerraría varias embajadas de Chile en el exterior (se anunció el cierre de embajadas en 5 países), entre la que se encontraba la embajada de Chile en Argel. Las razones esgrimidas fueron fundamentalmente presupuestarias y de racionalización económica (19). El anuncio provocó inmediatamente un importante rechazo en amplios sectores políticos, académicos, económicos, sociales y culturales del país.
Frente al rechazo de la sociedad chilena al anuncio de cerrar la embajada de Chile en Argelia, el gobierno de Piñera retrocedió y su nuevo canciller, Andrés Allamand, anunció “la suspensión indefinida” de la errónea decisión de cerrar la embajada chilena en Argel y en otros países (20). Sin embargo, a pesar de haberse retractado respecto del error diplomático cometido, la cancillería de Piñera no corrigió del todo la decisión anunciada respecto de la relación bilateral de Chile con Argelia. Pues a pesar de haber suspendido indefinidamente el cierre de las embajadas, en el caso de Argelia rebajó su representación diplomática no designando un nuevo embajador, acreditando solamente un encargado de negocios en Argel.
Al igual que con el debate suscitado en el 2001, con el intento de un grupo de diputados de una derecha todavía nostálgica del pinochetismo, que intentó impedir la reapertura de la embajada chilena en Argelia, la profundidad de las relaciones construidas entre los pueblos de Chile y Argelia ha vuelto a irrumpir, viniendo desde el pasado, con nueva vigencia y actualidad.
Para comprender el alcance y significación de las relaciones chileno argelinas se hace necesario romper con la amnesia y el olvido frente a la profunda y dinámica historia de amistad y solidaridad forjada entre ambos pueblos.
Una historia forjada por pueblos protagonistas, construida mucho antes de la independencia argelina, desde la solidaridad del pueblo chileno con su lucha por la autodeterminación. Luego la construcción conjunta de la relación bilateral por parte de los gobiernos democráticos que tuvieron propósitos comunes, como los que inspiraron a los presidentes Allende y Boumediene, en el plano bilateral y en el seno de las Naciones del Tercer Mundo. Más tarde, luego con el golpe militar del 73, a partir de la solidaridad expresada por el gobierno y el pueblo argelino hacia el pueblo chileno en resistencia a la dictadura y en la acogida solidaria de exiliados. Finalmente, el restablecimiento de las relaciones bilaterales entre ambos países, que permitió proyectar una base común de entendimiento y de cooperación forjada en la solidaridad mutua que resistió el paso del tiempo.

Como señala el embajador de Argelia ante Chile, Mohamed Sofiane Berrah en entrevista a la Radio de la Universidad de Chile: “el congelamiento de la decisión de las autoridades chilenas de cerrar la embajada de chile en Argelia nos da la ocasión para aprender el presente y el futuro de nuestras relaciones con serenidad y optimismo”. En un contexto globalizado como el que vivimos nuevas formas de cooperación pueden emerger con sólo un poco de voluntad política para favorecer los intercambios en diferentes ámbitos. “En definitiva la relación entre dos estados no debe ser juzgada según la actualidad contingente y las estadísticas comerciales. Esta relación está hecha de valores y de combates compartidos” (20).

En la actualidad, si bien no se ha logrado recuperar la dinámica de las relaciones entre Chile y Argelia, con la profundidad y compromiso que estas tenían a 1973, se han producido importantes avances desde la reapertura de las embajadas en el 2001. El intercambio económico entre ambos países todavía es modesto, pero se encuentra en crecimiento. En los últimos años, se han materializado mecanismos permanentes de diálogo bilateral en una serie de temas de mutuo interés con participación de delegaciones gubernamentales y parlamentarias. Delegaciones empresariales argelinas han visitado nuestro país explorando asociarse con pequeñas y medianas empresas. A su vez, empresarios chilenos han participado en Argel y en Oran en eventos empresariales de Comercio, Industria y Pesca.

Ciertamente los valores y los combates compartidos entre nuestros pueblos y los diferentes momentos qué experimentó en el pasado hasta el presente la relación entre Chile y Argelia, son una contundente demostración de la mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo la que debe ser proyectada en el presente para construir el futuro.
Santiago, diciembre de 2020/

Notas

(1)https://chile.gob.cl/argelia/en/bilateral-relation/bilateral-relations/relaciones-bilaterales
(2) Patricio Aylwin, abogado, senador y presidente del PDC, representante del ala conservadora del Partido Democratacristiano, fue un duro opositor al gobierno del presidente Allende y apoyó inicialmente el golpe militar. Años después en la oposición, manifestó públicamente su arrepentimiento por aquella conducta. Al respecto, resulta ilustrativa su entrevista en: https://www.ciperchile.cl/2016/04/19/patricio-aylwin-y-las-heridas-de-1973/
(3) Amir Samir.2013 L´Éveil du Sud. L’Ére de Bandoung 1955-1980.Les éditions APIC, Alger pg.13
(4) Al respecto resulta esclarecedor el análisis de Clodomiro Almeyda en su artículo “Crisis de la izquierda chilena, un desafío para los socialistas” en Cuadernos del Avión Rojo del Partido Socialista de Chile. Número 1, año 1, septiembre de 1994. Págs. 39-50.
(5) Un análisis sobre este episodio se encuentra desarrollado en: Chile y el amigo alemán. El “caso Honecker”. 1991-1994: Tensión internacional en la temprana posguerrafría. En: https://cuadernosdehistoria.uchile.cl/index.php/CDH/article/view/53667/57214
(6) Entrevista dada por el Dr. Ariel Ulloa a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”. Octubre de 2020.
(7) Electo diputado por la UDI en 1990. Durante la dictadura fue designado por Pinochet como alcalde de la Comuna de San Joaquín en la región Metropolitana. Senador desde el 2002 al 2018. Luego de ser desaforado como senador por denuncias de corrupción el 2016, fue condenado el 2020 por la justicia chilena por delitos reiterados de cohecho y fraude al fisco.
(8) En 1998 fue designado durante la dictadura gobernador en la provincia de Huasco e Intendente subrogante. Dirigente del Partido Renovación Nacional y luego fue diputado y senador. Fue Ministro de minería en el actual gobierno del Presidente Piñera.
(9) Ex diputado del Partido Nacional previo al golpe de 1973. En 1974 integró la Comisión Legislativa II y luego la Comisión de Leyes Orgánicas Constitucionales de la dictadura cívico militar hasta su designación por Pinochet en 1987 como alcalde de Santiago. Fundador del Partido Renovación Nacional, en 1997 fue electo diputado.
(10) Cámara de Diputados de Chile. Sesión 63, martes 15 de mayo de 2001. Votación del proyecto de Acuerdo n°551 Reconsideración de apertura de la embajada chilena en Argelia.
(11) Sonatrach es la empresa estatal argelina de gas y petróleo, clasificada entre los 11° Consorcios petroleros y gasíferos más grandes del mundo.
(12) Consorcio Camisea, conformado por Pluspetrol, Repsol-YPF, Sonatrach, Hunt Oil, Techpetrol y SK.
(13)https://www.mch.cl/2005/05/17/enap-negocia-compra-de-gnl-con-argelina-sonatrach/#
(14) Era una oferta directa de Estado a Estado, sin intermediación, con un acuerdo de compra y venta a futuro.
(15) En 2006 se adjudicó el primer contrato de suministro de GNL de largo plazo a la firma inglesa British Gas Group y se inició el estudio de ingeniería (FEED) del proyecto con la firma norteamericana CB&I. En 2007 se firmaron contratos por 21 años para el suministro de GNL, el servicio de recepción, descarga, almacenamiento y regasificación de GNL en el Terminal y la venta de gas natural a los clientes. La sociedad GNL Quintero quedó conformada por los accionistas privados: British Gas Group (40%), Endesa Chile S.A. (20%), Metrogas S.A. (20%) y la estatal ENAP con solo el (20%).
(16) Ibid., entrevista a Ariel Ulloa
(17) Empresa Nacional de aeronáutica de Chile.
(18) ASMAR es una empresa estratégica de la defensa del Estado de Chile, de administración autónoma siendo reconocida como empresa esencial del área de la industria naval y de defensa,
(19)https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/gobierno/cancilleria-anuncio-el-cierre-de-cinco-embajadas-para-fortalecer-otras/2020-06-07/112745.html
(20)https://www.elmostrador.cl/dia/2020/08/12/canciller-allamand-suspende-indefinidamente-cierre-de-embajadas-y-anuncia-plan-de-compartir-edificios-con-otros-paises/
(21)Entrevista embajador de Argelia en Chile https://radio.uchile.cl/2020/11/01/embajador-de-argelia-el-congelamiento-del-cierre-de-la-embajada-de-chile-da-la-ocasion-para-aprehender-el-futuro-con-optimismo/

*Autor: Esteban Silva Cuadra, analista internacional. Investigador de la Fundación Constituyente XXI.

Comparta este artículoEmail this to someoneTweet about this on TwitterShare on FacebookShare on LinkedIn